viernes, 18 de septiembre de 2015

Investigación en terreno sobre la lectura de niños y jóvenes

Un tema muy preocupante y recurrente dentro de nuestra sociedad es la poca comprensión lectora de los niños y jóvenes de nuestro país; se han realizado muchas investigaciones y pruebas para evaluar esta destreza, y sin embargo sigue siendo una deficiencia notoria en nuestro sistema educativo. En este contexto es que se ha decidido realizar una investigación, con la intención de conocer de primera fuente esta realidad, para así evaluarla y poder realizar un diagnóstico de lo que está sucediendo.

En un primer momento, solo se realizaron entrevistas y encuestas a 3 agentes que participan en este proceso de enseñanza de la lectura: los alumnos, los docentes y los bibliotecarios. A continuación se presenta un resumen de lo que pudimos recolectar gracias a estas entrevistas.

Para partir, nos gustaría dar a conocer la visión de un docente de enseñanza básica con respecto a cómo se aborda la lectura en su propia realidad educativa, para esto se contacto al profesor Rodrigo Cañete Lizama, profesor del colegio Montemar de Con-cón quien nos explica que en ese colegio se trabaja la asignatura de lenguaje con un sistema de lecto - escritura, que pretende fomentar el interés por la lectura y trabajar los factores que puedan influir en dicho interés, tales como la fluidez, la entonación, el resumen, entre otros. En dicho establecimiento, no solo cuentan con un plan lector, si no que además se trabajan distintos tipos de texto que deben ser leídos por los estudiantes, para esto trabajan todos los días algún tipo de lectura (en silencio, en voz alta, guiada o en grupo) y los textos que van trabajando (que varían día a día) tratan de demostrar la diversidad de géneros y de temas de los textos.

Por otro lado, al preguntarle sobre cómo eligen y abordan los libros del plan lector, el profesor nos cuenta que la elección de los libros del plan lector anual se hace fijándose por un lado en los temas (siempre intentan que estos dejen alguna enseñanza para los alumnos), la relación que pueden tener estos con los contenidos que abordarán en otras asignaturas y finalmente están los libros clásicos que, desde su visión, los alumnos deben conocer y leer, ya sea por su tradición o por la importancia del autor para la literatura.

Hasta ahora, podemos observar que en el colegio Montemar se está comprometido con la lectura de los estudiantes y se fomenta, si existe un conocimiento de esta realidad y se ha implementado un sistema con el objetivo de mejorar dicho problema. Sin embargo, cuando se conversó del profesor del cómo abordan los libros del plan lector, nos dice que esto no se hace con demasiada frecuencia y que tampoco se contextualiza mucho sobre la época en que fue escrito o la vida del autor, lo que sí se hacen son resúmenes de los libros y, de vez en cuando, biografías del autor.

En un segundo momento, hemos conversando con Marizza Miranda, bibliotecaria del colegio Albamar de Reñaca. Ella nos cuenta, que en general dentro de la biblioteca siempre hay estudiantes realizando algún tipo de actividad relacionada con la lectura; las alumnas de este establecimiento cuentan en su horario con una hora destinada a la biblioteca, a la que asisten y trabajan con Marizza temas relacionados con el libro que estén leyendo para el plan lector en ese minuto. Nos cuenta que esta herramienta se utiliza en alumnas de 1° a 4° básico y que, desde su punto de vista, ha servido por lo menos para generar un interés y gusto por la lectura en alumnas muy chicas. Lo que generalmente trabajan en biblioteca es la comprensión por medio de la respuesta de preguntas guiadas o grupales, donde las alumnas puedan compartir sus opiniones; sin embargo, nuevamente nos encontramos con que no existe un trabajo importante sobre el contexto o la vida del autor. Finalmente le preguntamos con que frecuencia asisten las estudiantes a la biblioteca y nos dice que es bastante con respecto a años anteriores, que hoy son muchas las que van durante los recreos o se quedan un rato después del colegio. Además nos cuenta que ya no solo arriendan los libros del plan lector, si no que le piden sugerencias sobre los libros que podrían leer y arriendan muchos otros títulos interesantes. Dice además que los preferidos por las alumnas del primer ciclo básico son los cuentos cortos con temas de aventura, y que las niñas más grandes, generalmente van a preguntar libros best - seller cuyo tema tiene relación con algo con lo que ellas se sientan identificadas.

Finalmente, le hemos preguntado a Amalia Romero (alumna de 4° básico) sobre su relación con la lectura y nos hemos dado cuenta que, pese a tener una dificultad para hacerlo (falta fluidez) si le gusta leer, pero en general dice que lee poco (fuera de los libros del plan lector de su colegio), que los libros que le gustan son aquellos donde los protagonistas son animales y tienen muchas aventuras ("les pasan muchas cosas"), dice que asiste con frecuencia a la biblioteca porque allí lo pasa bien y se entretiene hablando de libros. Por otro lado una estudiante de I Medio (María Victoria Romero) dice que a la biblioteca no va con demasiada frecuencia a sentarse a leer, pero sí todas las semanas a pedir libros, dice que le encanta leer y que siempre está leyendo por lo menos un libro además del obligatorio, y que sus temas de interés en general son aquellos donde las protagonistas son mujeres y con lo que pueda sentirse identificada. Por último, con respecto al contexto de producción y al autor, dice que siempre lee biografías de los autores que lee, pero que sobre el contexto de producción no averigua mucho.

martes, 15 de septiembre de 2015

Cápsula del tiempo

Este mini cuento ha sido producido, pensando en que será guardado en una cápsula y abierto en 100 años más por alguien de esa época. Lo que se pretende es que con él, el lector sea capaz de identificar las características del contexto de producción. Esto con el objetivo de comprender la importancia del contexto y la época en que se escribe cualquier texto.



"Un relato de mi día"

Escuchaba de lejos una voz que me llamaba con cuidado y cariño, como si fuera demasiado delicada para hablarme más fuerte. Poco a poco fui adecuándome y la voz acercándose:

-Princesita, se te olvidó poner la alarma del celular. Te vine a despertar.

Eso bastó, abrí muy grandes los ojos y me senté en mi cama. No me costó acostumbrarme a la poca luz, esa pieza la conocía de memoria; mi escritorio con la ropa del día anterior encima, mi notebook todavía abierto porque se me olvidó a apagarlo cuando llegue después de clases, los esmalte de uña (mi gran hobbie) ordenados encima de la repisa como si fuera un arcoiris, en un mueble aparte mi "mini-biblioteca". Y en el umbral de mi puerta estaba mi papá, con una sonrisa que no quería demostrar que yo era el motivo de su buen humor.

-¿Qué hora es papá?, ¿me quedé dormida otra vez?

- No-me dijo- pero tu celular no sonó así que te vine a despertar.

-Gracias papá.

No contuvo más la risa, yo no entendía nada y lo miré con mala cara mientras caminaba al espejo colgado para ver si tenía algo raro en la cara. Entonces me acordé, lo miré con una cara llena de alegría y me habló por fin con la verdad.

-Feliz cumpleaños princesita, estamos todos esperándote en el comedor.

¿Cómo se me había olvidado? ¡Jamás en mis 22 años me había pasado algo así! Quizás he estado demasiado pendiente de los trabajos y pruebas de la universidad, de las clases particulares, o de ayudar a mi hermano a estudiar para la PSU. Más probable es que el día anterior haya quedado sumamente cansada después de ir al debate sobre el aborto, todo por conocer a un par de políticos.

Dejando estos pensamientos de lado, corrí a revisar mi celular, por supuesto que no había sonado la alarma porque todavía no eran las 7:00. Y sin embargo, ya tenía varios mensajes en facebook y whatsapp; el primero, de mi pololo, una sonrisa tonta se dibujo en mi cara después de leerlo.

Iba a ser un muy buen día, me encantaba estar de cumpleaños, ya quería salir de clases para que mis amigos fueran a verme, para recibir los regalos y pasarlo increíble, ¿era mi día!
Me puse pantuflas, un comedor y salí de mi pieza camino al comedor.